viernes, 29 de marzo de 2013

¿Por qué protestamos el 29 de marzo?



El 29 de marzo de 1984, tras el ataque del MIR a la Subcomisaría Teniente Merino en la comuna de Pudahuel, Santiago, es asesinado Mauricio Maigret Becerra, un miliciano de 18 años que cubría la retirada de su “jefe” y compañeros del lugar. Maigret fue encontrado con dos impactos de bala, uno de un fusil SIG y otro de una sub ametralladora UZI.


Un año más tarde, un grupo de seis miristas en la Villa Francia, entre los que se encuentraban Rafael y Eduardo Vergara Toledo, planean la conmemoración del asesinato de Maigret y el asalto armado a una panadería del sector. El objetivo: difundir propaganda política, recuperar dinero para la organización y leche para un pequeño vecino.


Por motivos que aún no son esclarecidos, ese día los pacos del sector salen con armamento que no corresponde a una ronda común, y tras perseguir al grupo de miristas a pie y en vehículo, disparan asesinando a Eduardo y se llevan malherido a Rafael, a quien matan de un disparo en la nuca en el furgón policial. De los otros cuatro compañerxs, tres escapan mientras son perseguidos y una, la compañera de Eduardo, logra esconderse en un almacén junto a los vecinos de la villa que circulaban por el lugar.


Ese mismo día, Paulina Aguirre Tobar, estudiante del Valentín Letelier y militante del MIR, es asesinada por la CNI en un falso enfrentamiento en la casa de  seguridad que arrendaba, unas horas después del asesinato de los hermanos Vergara.


Desde ese año y sin cesar, es que cada 29 de marzo en diversas poblaciones y universidades del “país” se protesta; enfrentando a los pacos, irrumpiendo en la cotidianidad de los “ciudadanos”, cortando la calle, panfleteando, rayando y demostrando todo el malestar que nos pesa, en las guatas y en las mentes, contra este sistema de hambre, de explotación y miseria. Y no es que haya que prenderle velitas a los muertos, muchxs dirán que no tiene ningún sentido, pero no hay que dejar de recordar que nuestra realidad como jóvenes – y como no como seres humanos también- explotados, marginados y perseguidos, no ha cambiado, menos aún con la perpetuación del sistema capitalista neoliberal que instaló Pinocho, los Chicago boys y sus secuaces.


Algunos apelan a nuestra plena vida democrática, a lo que sólo hay que contestar que entre 1990 a 1994 hubo más de 170 personas detenidas ilegalmente acusadas de practicar actividades políticas y más de 400 mil detenidas por sospecha entre 1990 y el 2000. Además de la treintena de asesinados en manos de la policía entre el 90 y 94, incluyendo militantes del FPMR, Mapu- Lautaro, MIR y anarquistas, muchos de ellos en el marco de montajes y falsos enfrentamientos.

El día del joven combatiente es un día de protesta, que no  pertenece a una orgánica o partido ni exclusivamente a los jóvenes. Es un día de protesta para todos aquellos y aquellas que quieran destruir y/o construir, sin olvidar que de todos nuestros días podemos hacer una protesta, un cambio o transformación.

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